viernes, 2 de diciembre de 2011






DISEÑO INDUSTRIAL EN COLOMBIA










Sin duda la historia del diseño industrial es un tema que data muchos sucesos históricos, políticos, sociales y tecnológicos que permean las prácticas educativas y laborales de un país, es por ello que su análisis nos remite a algunos factores que influyen significativamente en el desarrollo del mismo en determinadas ciudades o estados.  En nuestro país, el diseño industrial logra su aplicación formal aproximadamente para la década de los 60 distante del resto de países latinoamericanos que tuvieron sus primeros desarrollos, años antes de su aparición en Colombia, Sin embargo solo para el año 1974 se da como una disciplina académica propia de programas universitarios, iniciando en la Universidad Jorge Tadeo Lozano en la ciudad de Bogotá  y que posteriormente retoma universidades como la Javeriana, la universidad Nacional de Colombia, la universidad Bolivariana de Medellín entre otras que se unen a los esfuerzos de formar diseñadores industriales que generaran cambios en los tipos de producciones de la ciudad y en general de la sociedad.
 Retomando uno de los planteamientos de Gui Bonsiepe  quien asume que “el diseño se transforma en un fenómeno de debates universitarios alejados de la realidad, en vez de estar integrado en el sistema productivo”[1] reconocemos que el diseño en Colombia nace inicialmente en el sector académico, luego de la necesidad de formar colombianos en el campo que hasta el momento estaba siendo ocupado por diseñadores formados en otros países, cuyas producciones estaban centradas en el mobiliario domestico y de oficina. Sin embargo este suceso estaba distante de la producción industrial, tecnológica y económica, la cual se dio sólo hasta el momento en que el sector industrial lo necesitara, a finales de la década del 70 cuando se presenta el interés por el mobiliario y la aparición de empresas proveedoras de insumos industriales
Para aquella época, el diseño se instaura en las ideas de elites burgueses o grupos de intelectuales que relaciona el diseño industrial con la arquitectura moderna y por ende se centra en la zona urbana, que para aquel entonces era minoritaria en relación con la rural, lo cual deja ver la minoría de personas que accedían a este.
De igual forma el gobierno viendo la necesidad de modernizar e innovar su infraestructura, sistemas productivos, estilos y comenzar a competir con el resto de países que ya para ese entonces habían empezado a industrializarse, requiere de la aparición del diseño industrial y para ello solicita contratar especialistas en el tema; como es el caso de Leopold Siegfried Rother Cuhn quien llega a nuestro país luego de su migración de Alemania y que logra posicionarse durante el gobierno de Alfonso López Pumarejo en la dirección de edificios nacionales del ministerio de obras publicas generando producciones que aun hoy son de gran importancia para nuestro país, como son: la Ciudad Universitaria de Bogotá, la ciudad escolar de Santa Marta, un hospital para la población de Concordia, varias oficinas de los correos nacionales, el Estadio Eduardo Santos, la plaza de mercado de Girardot, el complejo arquitectónico del centro cívico, el edificio nacional de Barranquilla, entre otras.
Como él muchos diseñadores y arquitectos provenientes de otros lugares ingresan al país con sus propias expectativas y métodos  y logran posicionarse en el mercado, generando diseños que venían fundamentados en las necesidades propias de sus raíces y que fueron estableciéndose y apropiándose en el nuestro, a tal punto de lograr generalizarse y reconocerse como propio o autóctono. Sin embargo este hecho deja a nuestro país en el campo de la repetición de estilos o parámetros, más no, en el reconocimiento de los patrones sociales y culturales que convergen  en nuestra identidad.
Cuando Jaime Gutiérrez Lega asevera  ” …cuando en los colombianos se dé el reconocimiento de nuestra verdadera cultura ancestral; el pensamiento y la actitud de nuestras castas pre-colombinas, para quienes, el diseño fue el fundamento vital que acompañó toda su existencia sin más objetivo que el de alargar el espíritu de los seres con quienes compartía su vida, haciendo de ella, un estado placentero en la comunidad y en su existencia”[2] deja ver la importancia de partir de los legados culturales en la creación de nuevos diseños, lo que nos permite plantearnos que el mayor reto que tenemos como diseñadores industriales para con el país, es reconocer nuestras raíces culturales y reflejarlas en los diseños, partiendo de las necesidades de cualquier ciudadano colombiano, así como el uso de materias primas generadas a partir de nuestras riquezas, la creación de artefactos acordes con los habitantes del país y rescatando las artesanías y estilos autóctonos.
El progreso en el campo del diseño industrial ha sido notable en el transcurrir de los años, dejando entrever el trasfondo de cada uno de los momentos y sus respectivas corrientes o posiciones, la entrevista realizada a Gui Bonsiepe hace más de treinta años permite reconocer que para ese entonces el ámbito parecía poco prometedor, donde se cuestionaba fuertemente la profesión del diseñador y sus alcances e influencias, demostrando ser fuertemente criticado como vago e innecesario y tomado como un oficio fallido en la sociedad de consumo; sin embargo en la actualidad vemos su aplicación fuertemente marcada en la sociedad de consumo, en tanto que se ve reflejada en cada uno de los artefactos que vemos y que a su vez son usados cotidianamente con la finalidad de optimizar la vida de las personas, a partir de ello, el diseñador industrial tiene la tarea de partir de los usos y desusos de un determinado producto, de la utilización medida de los recursos proporcionados por la naturaleza, de la cantidad de desechos que generamos, de su parte estética e.t.c como lo diría este mismo autor.”Yo estaría contento con un diseño que fuera tan poco ofensivo como un clip, simplemente un objeto de uso sin las pretensiones de individualidad de su <<creador>>; y más aun si este objeto proporciona una satisfacción estética”[3] Es decir que como finalidad de nuestra carrera estamos en la ardua tarea de evaluar y estructurar nuestras producciones a partir de muchos elementos que interfieren en la creación, producción y erradicación de cada uno de nuestros diseños 


[1] Gui Bonsiepe, Diseño Industrial en la Periferia debates y experiencias, México, 1985
[2] Diseño en Colombia  Libro de recopilación de trabajos de diseñadores colombianos. Prodiseño, Promotores del diseño S.A. Bogota. 1989

2 comentarios:

  1. Muy bien.. Con quien trabajaste???

    Pienso que te falto énfasis en lo que tu harías por el diseño, sin embargo muy coherente y bien trabajado tu ensayo.
    Bien por el diseñador local.

    Nota para esta publicación: 4.5

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